“Duro Felguera inicia la obra para levantar en Gijón la sede del «cerebro» del grupo”
Areces, Torres Inclán, Graciano Torre y la Alcaldesa de Gijón Paz Fernández Felgueroso en el acto de colocación de la primera piedra del edificio "inteligente" de Cabueñes.
Bajo este ostentoso titular, La Nueva España informaba el 13 de Septiembre del inicio de las obras en el Parque Tecnológico de Cabueñes, en Gijón, para construir la que será la sede del centro de ingeniería, I+D+I y calidad del Grupo Duro Felguera. Leemos también que, el próximo día 20, nuestro “ilustre” Presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, asistirá a la colocación simbólica de la que será la primera piedra del nuevo edificio en el que Duro va a invertir diez millones de euros.
Aprovechando la coyuntura, y como quien no quiere la cosa, LNE hace un repaso a la situación actual del grupo destacando que éste emplea a 1900 personas, de las cuáles un 58% son obreros, un 34% técnicos e ingenieros y un 4% de personal administrativo, no sin antes advertir que “la evolución de la plantilla de Duro camina hacia un mayor protagonismo de los empleados con alta formación profesional”, o lo que es lo mismo, que cada vez va a haber más cuello blanco y menos cuello azul, como ya se señalaba hace años en un reportaje de “El País”:
[En la actualidad, el personal de talleres, que supone cerca del 80% de la plantilla, genera sólo el 25% del negocio del grupo, mientras que el 75% de la facturación recae sobre el equipo técnico, que representa menos del 25% del personal, según datos de la sociedad. El objetivo es invertir esa estructura, «despacio y sin traumas», de manera que Duro, al cabo de pocos años, sea una empresa predominantemente de «cuello blanco más que de cuello azul«, en expresión de un directivo de la compañía.].
Hoy, el porcentaje obrero se ha reducido más de un 20% y, como indica LNE, seguirá disminuyendo en un futuro que, a la vista de la situación actual de los talleres, se antoja no muy lejano. Parece ser que alguien, en la cúpula de Duro, se ha olvidado de aquel “despacio y sin traumas” pues todo indica que les corre prisa liquidar definitivamente los talleres de Barros, Lada y Gijón, dilapidando así una actividad industrial centenaria y básica para el futuro de Asturias. El miedo al tan cacareado “pinchazo” de la burbuja inmobiliaria les obliga a moverse rápidamente, retomando operaciones que, en su día, hubieron de ser aplazadas.
Por el momento, han vendido un terreno en Barros para la construcción del Centro de discapacitados, infraestructura que revalorizará el valor de los terrenos aledaños, por ejemplo, los que actualmente ocupa el taller de Construcciones Mecánicas. En Lada, la anunciada retirada de la subestación eléctrica da el pistoletazo de salida a la reordenación urbanística de esos terrenos, junto con los de Felguera Melt y los Talleres del Conde (parcela implicada en el escándalo de las comisiones bautizado como “caso Campelo” por el apellido del político socialista que protagonizó el fraude).Sin bajarnos del tren de la especulación, llegamos a la bahía de Gijón, paraíso de los promotores inmobiliarios, y nos encontramos a CCOO y UGT negociando el cierre de Naval Gijón, operación que incluso ha llevado a dos sindicalistas de CSI a la cárcel y pone en serio peligro la continuidad del “tallerón” de calderería pesada, que se quedaría solo frente al avance de la construcción de viviendas de lujo.
Si alguien duda aún de la importancia del negocio inmobiliario para Duro Felguera, debería preguntarse por qué el 20% de las acciones de la empresa están en manos de una promotora (Residencial Vegasol) o simplemente consultar las hemerotecas para, volviendo al reportaje de “El País”, comprobar que los malos resultados del año 2003 fueron achacados por la dirección de Duro Felguera “a la cancelación de la venta de unos terrenos en Langreo (Asturias), lo que ha obligado a hacer una retrocesión de plusvalías contabilizadas.
Esta última operación, que había sido cuantificada en seis millones de euros, no se da por perdida, y las negociaciones continúan con varios posibles compradores, en la confianza de lograr a corto plazo unos beneficios superiores a los previstos inicialmente por la enajenación de esos terrenos.”
Como ya habrán adivinado nuestros avezados lectores, esta operación cancelada es el “caso Campelo”, y, hoy por hoy, el negocio sería muy superior con la inclusión de la parcela de Felguera Melt en sus planes especulativos.
Por si esto fuera poco, en Barros, desde la llegada de la dirección actual, encabezada por José Luis García Arias, vicepresidente de Duro Felguera y Presidente del Grupo Melca, experto en pelotazos inmobiliarios, se ha producido un deterioro absoluto de las relaciones entre la empresa y los trabajadores que han derivado en el despido, el 16 de Agosto, de un trabajador del taller. Un despido que incluso la propia empresa reconoce como improcedente, lo que constituye una evidente declaración de guerra.
Para tratar este asunto, el comité de empresa de Barros reunió el día 14 a todos los comités de empresa del grupo, decidiendo convocar una huelga en todas las divisiones de Duro para responder a esta agresión, y, por eso, Duro Felguera, en una maniobra de anticipación, utiliza a la prensa para exponer sus intenciones y de paso, enviar un mensaje a los sindicatos en el que insiste en su intención de desmantelar los talleres. Duro quiere guerra y los sindicatos y los trabajadores lo tenemos claro desde hace tiempo, sin embargo, continuamos titubeando mientras los de arriba se frotan las manos con el tremendo negocio que se avecina.
El primer paso ya está dado, la primera piedra simbólica de la “nueva” Duro Felguera no es aquella que colocará Tini el día 20 en Cabueñes, sino el primer despido como antesala de lo que se les avecina a los trabajadores de Duro. Este despido, no es más que la punta del iceberg, una prueba con la que valorar la capacidad de respuesta y resistencia de quienes en el futuro habrán de ser despedidos. No pueden repetir los errores de los años noventa, traen bien aprendida la lección y podemos dar por seguro que el gabinete Sagardoy-Enterría, u otro cualquiera, habrá perfeccionado los métodos para hacerlos más eficientes.
Decía Maquiavelo, “consigliere” de la dirección actual de Duro Felguera, que hay tres clases de cerebros, “el primero discierne por sí; el segundo entiende lo que los otros disciernen, y el tercero no discierne ni entiende lo que los otros disciernen. El primero es excelente, el segundo bueno y el tercero inútil” , y entendemos que el “cerebro” de Duro Felguera tendrá que ser a la fuerza “excelente” , habida cuenta que le sobran las manos, los obreros, los que ahora tenemos que demostrar que somos capaces de pensar y actuar por nosotros mismos, sin intermediarios venidos de fuera, identificando a los enemigos incluso en nuestras propias filas, marcándonos un objetivo y peleando por él hasta el final, hasta la victoria.
En La Felguera a 15 de Septiembre de 2007
Higinio Carrocera Mortera
Secretario General Consejo Obrero de La Felguera.